miércoles, 21 de abril de 2010

de John KEATS.

Dadme una pluma de oro, dejad que me recueste
sobre un montón de heno, en regiones lejanas, luminosas.
Entregadme un cuaderno más blanco que los astros,
o la mano de un ángel que haga himnos, cuando se la sorprenda
en las cuerdas de plata de su arpa.
Permitid que desfilen abundantes carrozas enjoyadas,
rojizas capas, y cabellos sueltos, y jarras de diamantes,
y alas medio desnudas, y miradas intensas.
Entretanto, que la música ronde mis oídos,
y como alcanza ella sus sabrosos finales
dejad que escriba un verso de sublime armonía
que alcance el esplendor de las esferas.
¡Entre qué alturas mi alma está luchando!
No le agrada quedarse tan pronto, otra vez, sola.


Belleza y verdad. Ed Pre-Textos
Traducción: Lorenzo Oliván