miércoles, 25 de agosto de 2010

de Juan Ramón JIMENEZ: en Elegías lamentables. (Fragmento)

[...]

Y tú, ruiseñor mío, endulza tu tristeza,
enciérrate en tu selva, florécete y olvida,
sé igual que un muerto, y dile, llorando, a la belleza
que has sido como un huérfano en medio de la vida