domingo, 2 de diciembre de 2012

Eugenio de ANDRADE: Sur




Era verano, había el muro.
En la plaza, la única evidencia
eran las palomas, el ardor
de la cal. De pronto
el silencio sacudió sus crines,
corrió hacia el mar.
Pensé: deberíamos morir así.
Así: arder en el aire.