viernes, 4 de enero de 2013

Sara MAITLAN: Viaje al silencio.


[...] Mientras recopilaba información para escribir este libro, aprendí algo muy extraño y muy hermoso. Los pájaros tienen os huesos huecos; no sólidos como los mamíferos o los de los seres humanos, sino que contienen bolsas de aire, parecidas a burbujas, pero de forma menos regular. (Por eso, cuando se coge un pájaro muerto, resulta tan liviano, a diferencia de, por ejemplo, un ratón). Su fragilidad obedece a una hábil estrategia evolutiva: el arqueopterix, primer dinosaurio con alas, tenía plumas, pero sus huesos sólidos: los huesos se volvieron huecos para facilitar el vuelo. Durante la menopausia, los huesos de las mujeres se debilitan y llenan de bolsas de aire; en los casos de osteoperosis aguda, cuando se observan estos huesos al microscopio, casi no se distinguen de los de las aves: llegada la menopausia las mujeres pueden empezar a volar, libres como los pájaros.[...] _________________________ ALBA Editorial. Barcelona, 2010