Comienzo de caída
Si es el canto enjaulado del pájaro
O la memoria capturada en la hierba
¿cómo reconocer el momento en el que penetramos la sombra?
Somos la lámpara a vela,
la guirnalda que pende sola en la noche estival
bajo el viento de sonidos y colores,
un cascote en la boca entreabierta de la tierra
o la amputación al ras de la enamorada del muro.
De repente quedamos solos.
Y es posible conocer el aliento del búho que anticipa el
descenso,
y ver el espanto de la entraña cuando se deshace del Nombre.